El guardián del desfiladero
Rudolf Achtner, Garmisch-Partenkirchen
"El desfiladero es siempre diferente, a veces tan sublime como el Gran Cañón, a veces salvaje, pura naturaleza".
"El Partnachklamm forma parte de mi vida", dice Rudolf Achtner. Durante 20 años ha sido responsable de la seguridad del desfiladero de 700 metros de longitud y 80 metros de profundidad. "Cada día es diferente y lo más bonito es a primera hora de la mañana", dice el guardián del desfiladero. Un río rocoso retumba a través del desfiladero, tan fuerte que Achtner oye su lugar de trabajo incluso antes de verlo. Explica su formación a los visitantes, siempre está atento a la previsión meteorológica y se asegura de que ninguna piedra, rama o incluso árbol bloquee el camino y el curso de agua. De este modo protege el desfiladero, pero también a los excursionistas. Porque si el río retrocede antes de superar un obstáculo, se convierte en una ola de crecida.
"Cuando estoy solo en el desfiladero muy temprano por la mañana, es casi místico".
¿Qué le hace feliz de lo que hace?
Aquí experimento la naturaleza en toda su belleza, pero también en toda su naturaleza salvaje. Por la mañana hay nubes de niebla en el desfiladero, más tarde el sol cae sobre el agua, los helechos y los musgos brillan. Eso es la felicidad para mí.
¿Qué momento le ha emocionado más en el desfiladero?
El día de Año Nuevo de 2012, iluminamos nuestra Virgen desde arriba con energía solar. Cuando la imagen de María brilló en el peñasco, fue muy conmovedor.
¿Qué hace que su región sea atractiva como destino turístico?
Su diversidad. Paseos, excursiones por la montaña, deportes acuáticos, paseos a caballo... aquí se puede hacer de todo.
Escuchando el sonido de las montañas
Musgo suave, ramas que crujen y piedras que crujen bajo los pies. Viento silbante atrapando un parapente. El alegre canto de los pájaros, el zumbido de los insectos y el poderoso rugido del agua a través del desfiladero. Las montañas y los desfiladeros tienen su propia banda sonora. Escuche usted mismo.
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Sus embajadores de la naturaleza
Aman y protegen los paisajes naturales de Alemania, se tutean con las focas y se mueven con la misma seguridad por el mar, los ríos, los lagos y las montañas que en sus propias salas de estar. Conozca aquí a sus embajadores de la naturaleza.