Sajonia

Ocho kilómetros y medio en medio del idílico bosque aluvial y de animados parques, bajo el puente Sachsenbrücke, pasando por barrios de artistas y de moda con arquitectura industrial renovada: la mejor forma de experimentar el encanto único de Leipzig es desde el agua. Navegue a través de la Leipzig moderna, empezando en el puerto de la ciudad: la próxima oportunidad para tomar un helado o una limonada nunca está lejos en esta ruta. ¿Le parece demasiado agotador? Póngase cómodo en el barco de excursión.

Viaje: 1:15 horas en tren desde Berlín.

Durante décadas, las ruinas de la Frauenkirche barroca fueron un recuerdo de la guerra y la destrucción. En el momento de la reunificación, la "llamada de Dresde" para su reconstrucción resonó en todo el mundo, y fue atendida: desde 2005, el monumental edificio ocupa de nuevo su lugar en el centro de Dresde, símbolo pétreo de la paz y la reconciliación, con piedras originales patinadas en negro entre arenisca clara. Y: ¡la Ópera Semper, el Palacio Zwinger, la Bóveda Verde y el pintoresco Elba están a sólo unos minutos a pie!

Viaje: 1:30 horas en tren desde Leipzig.

En el pintoresco barrio de Lößnitz, en Radebeul, se fundó hace casi 200 años una de las tradiciones de vino espumoso más antiguas de Europa. Los vinos espumosos fermentados en botella del castillo barroco de Wackerbarth se contaban entre los mejores de Alemania, pero el propio complejo histórico cayó en el abandono durante la época de la RDA. Hoy, la cultura del vino espumoso vuelve a florecer entre muros restaurados con esmero. Descubra cómo el Estado Libre de Sajonia preserva su patrimonio cultural en la primera bodega vivencial de Europa.

Viaje de ida: 30 minutos en S-Bahn desde Dresde (S1) hasta Radebeul-Kötzschenbroda, después 15 minutos a pie.

No necesita coche para explorar la parte sajona de las montañas de arenisca del Elba, con sus extrañas formaciones rocosas, castillos y ruinas. Puede viajar desde Dresde de forma relajada y sin buscar aparcamiento en autobús, S-Bahn y ferrocarril del parque nacional, con el histórico Kirnitzschtalbahn, en transbordador y barco de excursión, con el vapor de ruedas e incluso con un ascensor de pasajeros Art Nouveau. Por cierto, también se puede escalar muchos de los picos, aptos para la arenisca según las normas sajonas. ¡A la aventura!

Llegada: 45 minutos en S-Bahn de Dresde a Bad Schandau (S1).

Chemnitz, conocida como Karl-Marx-Stadt en tiempos de la RDA, ofrece mucho para la vista y la mente: la monumental cabeza de bronce de Marx, la ópera y el teatro estatal, museos ferroviarios e industriales, el castillo amurallado de Klaffenbach y la Villa Esche, de estilo Art Nouveau. Por encima de todo, Chemnitz es una ciudad de arte: uno de sus puntos culminantes es el Museo Gunzenhauser, inaugurado en 2007 con 380 obras de Otto Dix. Y como Chemnitz se prepara para su gran entrada como Capital Europea de la Cultura 2025, ¡hoy hay más que nunca que vivir!

Viaje: 1 hora en tren desde Dresde.

¿Sabes lo que hace un recortador? La artesanía histórica sigue viva en los Montes Metálicos, y usted puede poner a prueba su propia destreza en numerosos talleres de muestra. Tanto si quiere hacer adornos como borlas, encajes y cintas decorativas, tallar caballos de madera, recortar cepillos o moldear conos de incienso a partir de masa: Visite la región que rodea el centro administrativo de Annaberg-Buchholz y experimente lo vivas que pueden llegar a ser las tradiciones. Por cierto: la región minera germano-checa de Erzgebirge/Krušnohoří es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2019.

Duración del trayecto: 1:30 horas en tren de Chemnitz a Annaberg-Buchholz.