Vida rural idílica: 10 pueblos excelentes

Basedow - Finca prusiana con pueblo

Basedow: Basedow Castle Park on the Mecklenburg Lake District ©Adobe Stock (Martin Moxter/Westend61)

Dúo prusiano: en el siglo XIX, dos arquitectos estrella diseñaron una "finca ornamentada" en el parque paisajístico de Basedow, en el Distrito de los Lagos de Mecklemburgo, en la que integraron no sólo el ornamentado Castillo de Basedow, sino todo el pueblo. Paseando por avenidas y arboledas centenarias, disfrutará de perspectivas siempre nuevas del castillo, los establos y la iglesia del pueblo.

Sipplingen - Flor de fruta en el lago Constanza

Sipplingen: Cycling through through flowering orchards at Lake Constance ©Lookphotos (Daniel Schoenen)

A principios de abril comienza la temporada de floración de los ciruelos y los cerezos, seguidos de las manzanas y las peras: el pueblo de Sipplingen, idílicamente situado a orillas del lago de Constanza, se encuentra en el corazón de una zona frutícola. En las excursiones -por ejemplo, por el sendero premium de Seegang- no sólo podrá disfrutar del esplendor de las flores, sino también de vistas panorámicas sobre el lago más grande de Alemania y los acantilados. Después, actividades acuáticas como el baño, el remo, la vela o el surf le tentarán a refrescarse.

Amerang: vida rural en la Alta Baviera

Nada menos que tres museos hacen de Amerang im Chiemgau una atracción especial no sólo para los aficionados a la cultura, sino también para los amantes de los coches: en el museo del automóvil se exponen alrededor de 200 coches clásicos, desde el primer carruaje motorizado hasta clásicos de los años 70 y 80. El Museo de la Granja, con sus granjas históricas, graneros y talleres, ofrece una visión profunda de la vida rural en la Alta Baviera. Un emocionante contraste es el castillo con su huerto y jardín educativo.

Wiesenburg - Exotismo en Brandeburgo

Wiesenburg/Mark: castle with reflection in lake ©Adobe Stock (Sina Ettner)

La explosión de colores comienza en mayo, cuando los rododendros de varios metros de altura del parque del castillo encantado de Wiesenburg, en el Parque Natural de Hoher Fläming, se convierten en esculturas de color púrpura y carmesí. En un paseo por el conjunto cubierto de maleza, sin embargo, también descubrirá árboles exóticos como el ciprés de musgo o el gigantesco árbol de la vida. La mejor forma de conocer Wiesenburg y sus pueblos vecinos es a través de la Ruta Internacional del Arte, con casi 30 instalaciones en la naturaleza, algunas de las cuales incluso pueden experimentarse virtualmente.

Assinghausen - Pueblo rosado de la región de Hochsauerland

Oslberg: half-timbered house in the district of Assinghausen in the Sauerland region of Germany ©Adobe Stock (traveller70)

Se llaman Ángel Amarillo, Flammentanz o Heidefeuer: tres de las aproximadamente 150 especies de rosas que se pueden contemplar en Assinghausen, en Renania del Norte-Westfalia, entre mayo y septiembre, en su esplendor de floración y con su seductora fragancia. Por todas partes, en los jardines y en las fachadas del pueblo oficial de las rosas, las flores contrastan con los característicos tejados de pizarra negra y las fachadas blancas y negras de la región de Hochsauerland. Lo mejor es seguir uno de los cuatro senderos de rosas designados a través de las callejuelas.

Monreal - esplendor de entramado de madera en el Eifel

Monreal: half-timbered house with castle ruin Löwenburg ©Adobe Stock (mmuenzl)

Al pasear por las calles empedradas del pueblo de Monreal, en la cordillera baja del Eifel, le acompaña el balbuceo del Elzbach, que se precipita por el centro. Cuesta creer que este tranquilo pueblo fuera un bullicioso centro de producción de paños a partir del siglo XVII. La prosperidad de aquella época se refleja en las casas de entramado de madera, por ejemplo la casa de cuatro aguas del siglo XV. Las ruinas de los castillos de Löwenburg y Philippsburg se alzan sobre el pueblo, y no son los únicos puntos destacados que invitan a hacer senderismo, por ejemplo en el "Monrealer Ritterschlag".

Dötlingen - Amor cultural en Baja Sajonia

El Parque Natural de Wildeshauser Geest, con su mezcla de bosques, brezales, dunas de arena, prados y páramos, constituye el capital natural de Dötlingen, en Baja Sajonia. Los ciudadanos del pueblo no sólo se preocupan por la conservación de este entorno en su propia fundación, sino también del patrimonio cultural en el centro del pueblo, con sus casas de entramado de paja. Desde hace más de 100 años, Dötlingen es un centro de atracción para artistas cuyas obras pueden contemplarse en galerías y en numerosos eventos.

Wechmar - cuna de la familia de músicos Bach

Amt Wachsenburg: View over a small town and the fields to the Veste Wachsenburg ©DZT (Francesco Carovillano)

Se pueden admirar desde lejos: Los castillos de los Drei Gleichen -Mühlburg, Wachsenburg y Burg Gleichen- se alzan sobre sus colinas en lo alto de la Cuenca del Turingio. A sus pies se encuentra Wechmar, cuna de la familia de músicos Bach. En el monumento conmemorativo de la casa solariega de los Bach, donde vivió un antepasado de Johann Sebastian Bach, podrá saber más sobre la familia y la música de su época. Y si quiere saber aún más sobre el genial compositor, sus lugares de trabajo en Arnstadt y Ohrdruf no están lejos.

Obercunnersdorf - hogar de las casas con entramado de madera

Kottmar: half-timbered houses in the district of Obercunnersdorf ©Adobe Stock (bnorbert3)

La vida rural en el este de Sajonia se desarrollaba tradicionalmente en los llamados Umgebindehäuser, una combinación de casas de tablones de madera y entramado de madera con detalles cuidadosamente diseñados, como jambas de piedra y decoraciones de pizarra. Hasta 250 de estos fascinantes edificios se encuentran en el pueblo de Obercunnersdorf, cuya historia se remonta al siglo XIII. La mejor forma de explorar la arquitectura es en una excursión en bicicleta o a pie por el pueblo.

Germerode - Paseo entre amapolas en flor

Meißner: Poppy fields in bloom on the Hohe Meißner in Germerode ©Getty Images (Raimund Linke)

Centeno, trigo, colza y maíz: todos los pueblos viven de los productos de sus granjas. Pero, ¿habría sospechado que en el corazón de Hessen florecen campos de amapolas? Cada año, desde finales de junio hasta mediados de julio, alfombras púrpuras de flores se extienden hasta los pies del Hohe Meißner en Germerode. Los visitantes pueden elegir entre una excursión a pie, en carreta o en carruaje. Por cierto, también merece la pena visitar el antiguo monasterio premonstratense y el Parque de Caza de la Montaña Meißner, en el Geo-Naturpark Frau-Holle-Land.