Inspiring Germany
Relajación y tranquilidad: vacaciones fuera de la temporada alta
Fuera de las vacaciones y los días festivos, las ciudades y regiones alemanas tienen un encanto muy especial: tranquilidad y naturaleza solitaria, experiencias auténticas, una amplia oferta y precios atractivos son puntos a favor.
Bosque de Turingia: experiencia invernal en la naturaleza
"El bosque se yergue negro y silencioso", dice el famoso poema del poeta Matthias Claudius. Así es el invierno en la reserva de la biosfera del Bosque de Turingia: apenas hay excursionistas en senderos como el legendario Rennsteig. Si hay nieve, puede explorar la kilométrica red de senderos con esquís de fondo. O puede ir a cazar animales con un guarda forestal, con botas de invierno o raquetas de nieve, según el tiempo que haga.
Colonia: pub o templo de la cultura
Colonia es una de las ciudades alemanas más visitadas, pero fuera de la temporada alta, dispondrá de espacio y tiempo libre para descubrir la verdadera Colonia. El corazón de la metrópoli no sólo late en el casco antiguo y en torno a la catedral, sino sobre todo en sus barrios. Pasee por el multicultural Ehrenfeld y el tradicional barrio de Eigelstein o viva la cultura de los pubs en el Südstadt. Cuando llueva, visite espectaculares museos como el Museo Ludwig o el Museo del Chocolate.
Lago de Constanza: ambiente otoñal en el "mar de Suabia”
En otoño, el lago más grande de Alemania está en calma. El clima es suave y por las mañanas la bruma se cierne sobre el agua. Ideal para ciclistas y excursionistas que quieran disfrutar de la vista del "mar de Suabia" y del panorama alpino en numerosas rutas señalizadas. Las lides están cerradas, pero ciudades con encanto como Constanza y Lindau llaman a la puerta con una variada vida cultural y cafés donde entrar en calor.
Eifel volcánico: senderismo entre lagos de cráteres
En la Eifel prehistórica se desató el infierno en el sentido más estricto de la palabra: los volcanes ya no están activos, y las últimas erupciones datan de hace más de 11.000 años. El sello distintivo de la Eifel volcánica son los más de 70 maars, depresiones en forma de embudo creadas por las erupciones de vapor de agua. En excursiones solitarias por bosques otoñales, a castillos, iglesias y capillas, podrá disfrutar del encanto de la Eifel volcánica de una forma especialmente auténtica. Otro lugar destacado es la abadía románica de Maria Laach, en el lago Laach, que se formó por la actividad volcánica hace unos 13.000 años.
Fráncfort del Meno: un paisaje museístico de superlativos
Un encuentro con dinosaurios en realidad virtual, las mejores escenas de partido de los futbolistas de Fráncfort, arte contemporáneo y antiguos maestros: el panorama museístico de Fráncfort es especialmente variado; sólo en la "Museumsufer" hay más de 30 museos. Fuera de la temporada de vacaciones, podrá vivirlo sin aglomeraciones. La mejor manera de comenzar su visita a la ciudad es con una visita guiada, por ejemplo por el reconstruido casco antiguo o por la ruta de la democracia en la iglesia de San Pablo.
Rügen: Paseos por la playa y caza del ámbar
Se acabó el calor del verano, las playas están desiertas: tras el final del verano, la isla de Rügen cae en un profundo letargo, la mejor estación para pasear por la histórica arquitectura balnearia, dar largos paseos por la playa y buscar dioses gallináceos, conchas y ámbar. Las tormentas de otoño arrastran hasta la orilla el "oro del mar Báltico". Después de la excursión, relájese con una visita al balneario.
Spessart: Bosque sin ladrones
Los ladrones solían vivir en el densamente arbolado Spessart. Hoy en día, si camina por los coloridos hayedos y bosques mixtos en otoño, no se encontrará con un alma en horas. El bonito castillo de Mespelbrunn se utilizó como plató cinematográfico, y ciudades como Lohr am Main y Neustadt atraen a los visitantes con sus museos y monasterios, y Rothenfels con su imponente castillo sobre el río Meno. El valle del Hafenlohr parece un paraíso natural encantado en medio de Alemania.
Fehmarn: café, pasteles y cultura
Casi 80 kilómetros de costa con amplias playas y acantilados son lo que hacen tan atractiva la isla de Fehmarn. Después de largos paseos por la playa, donde el viento fresco te libera la cabeza, puedes entrar en calor con un café y un pastel en la ciudad principal de Burg o en uno de los pueblos. En Burg no se aburrirá con lecturas, comedias y cine, ni siquiera en los días de tormenta y lluvia.
Harz: sobre y bajo tierra
Nunca se está realmente solo en las montañas del Harz. En invierno, los esquiadores pueden disfrutar de unas 50 pistas y 500 kilómetros de pistas de esquí de fondo. Pero son pocos los que aprovechan la apasionante oferta cultural de esta época del año: hay numerosos castillos y palacios que visitar, entre ellos el palacio imperial románico de Goslar. Y muy cerca se encuentra Rammelsberg, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, donde se extrajo mineral durante más de 1.000 años. Un viaje en el ferrocarril minero hasta la mina visitante es una experiencia impresionante.